Se me eriza el pelo al escucharte~

Era más feliz que un niño con zapatos nuevos, parecía que no tenía limites, que tocar el cielo se volvía algo normal y que juntos podíamos romper todas las leyes.
Era la otra cara de la moneda, la suerte en las cartas, la plenitud y el bienestar, la seguridad en uno mismo, todo era bonito, precioso, podría decirse que había creado otra maravilla. Las pequeñas alegrías nunca sobraban, su espíritu podía al más terrible de los males.
Un sabio dijo una vez que la vida es una pelota, que podías estar arriba o abajo, dependiendo de ti, no dependes de los demás, dependes de ti, tu historia, y la suerte, pero ella es neutra depende de ti y tus ambiciones.
El tenia ambiciones, pequeñas pero lo suficientemente duras como para alegrarle el día, el plantaba metas que quería alcanzar con el tiempo, el decía que no había prisas que si el mundo no lo seguía, el tampoco iba a seguir el mundo.
Es una mente simple y contenta, de corazón vacio, para él solo existía en su mundo y a su alrededor una persona, el.
Yo lo conocía, había entablado conversación con el bastantes veces, en ninguna lo llegue a entender, era una mente simple y a la vez compleja, hacia las cosas sin razón solo quería sentirse bien.
También podría decirse que era feliz en su ignorancia, no necesitaba más. Era inocente, pero se sabe que la inocencia se pierde con el tiempo y el abuso del suyo.
Poco a poco empezó a extrañarse al no saber que le ocurría, parecía que maduraba, ahora el ve el mundo en diferente ‘’color’’ . Las metas que tenía se le han quedado pequeñas, se podría decir que le habían abierto los ojos.
Pero sigue estando solo, a veces mejor solo que mal acompañado, para el cualquier compañía era mala, sabía que si quería hacer algo bien tendría que hacerlo el mismo.
Hasta aquel dia que se encontró con ella, desde entonces parece otro, ya no tiene metas, tiene la meta, su mundo se dividió en dos, y su ambición se rompió.
Una persona sin ambición no es nada, y si no eres nada pocas metas puedes cumplir..